Los amores que yo cuento, son “amores” que tienen una breve vida, pero no por esto son menos intensos o menos importantes.
Son los amores que ni si quiera el tiempo tendrá el “tiempo” de desgastar la magia que los ha hecho nacer y son “amores” que sobreviven a los hechos de la cotidianidad solo para dar certeza en alimentar el fuego que en las noches frías del alma podrá remontar la misma alegría que un “tiempo” embelleció el corazón.